FREDDY RIERA – EL CANDIL – AÑO V – N° 246.-

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Nuevamente, la banda criminal terrorista que usurpa el poder en Venezuela ha enviado al basurero unos supuestos acuerdos que negociaron con representantes autoproclamados de la oposición.

Gerardo Blyde y compañía son representantes de la socialdemocracia venezolana que milita en la Internacional Socialista, es decir, que nuestros representantes pertenecen al mismo bando ideológico y político del oponente, por tanto, jamás lograremos nuestros propósitos si no se cambian a nuestros negociadores.

Es evidente que los propósitos y objetivos de nuestros representantes en esas mesas de negociación son opuestos a los objetivos y propósitos de la mayoría del pueblo venezolano.

Es cierto que los EEUU han intervenido en todos los procesos de negociación entre la tiranía usurpadora y la oposición venezolana. Es cierto que todos los acuerdos han sido violados, primero por Chávez y ahora por Maduro. Es cierto que nuestros representantes han alcanzado sus objetivos personales, pero no han logrado ni uno solo de los objetivos del pueblo venezolano.

Queda claro entonces que esas negociaciones son un simulacro. Entonces me hago la siguiente pregunta ¿Y quién podrá estar detrás del montaje de este espectáculo?

Entre El Departamento de Estado de los EEUU, comandado por Biden, representante demócrata, y el cabecilla de la banda terrorista que usurpa el poder en Venezuela tuvo que haber un acuerdo previo para intercambiar “algo” que cada cual tenía en su poder y que el otro lo necesitaba, pero, para que ese intercambio se viera como legítimo y justificable ante la opinión pública mundial, se inventa una negociación, en la cual se involucra a unos representantes de la oposición (Gerardo Blyde) y se hace ver al mundo que lo negociado en esa mesa son asuntos de interés para el pueblo venezolano, pero lo que realmente importa son los intereses del Departamento de Estado norteamericano y los intereses de la tiranía. Los intereses del pueblo no juegan ese escenario.

Nuestros intereses, los de la nueva oposición liberal representada por MCM, no entran en esas negociaciones.

No tenemos la fuerza suficiente para obligar a la narcotiranía. Hasta ahora se ha logrado un fuerte apoyo popular de proporciones gigantescas basados en el enorme rechazo hacia Maduro y a los partidos políticos tradicionales, pero fundamentalmente a la nueva oferta económica y política de MCM.

Hemos visto a lo largo de estos 25 años que los EEUU han apoyado en mayor grado al gobierno. El expresidente James Carter vino a Venezuela a apoyar a Chávez después de su renuncia y lo estamos viendo ahora con esas negociaciones burdas donde los beneficiados han sido el régimen usurpador y los EEUU.

Conocida esta realidad, nosotros los liberales, quienes apoyamos a MCM, estamos claros que nos enfrentamos a unos monstruos de dimensiones gigantescas. Por ahora solo contamos con el apoyo popular.

Debemos deslastrarnos de esos políticos socialdemócratas que están del mismo lado ideológico del régimen y de ese apoyo nada honesto y muy hipócrita de los demócratas estadounidenses que juegan a los dos bandos.

Rogamos porque el orden divino y las fuerzas cósmicas que rigen los confines del universo confluyan con nuestra energía poderosa positiva capaz de crear circunstancias favorables para la salida de esa casta de delincuentes.

Nuestro empeño es alcanzar acuerdos para unas elecciones constitucionales, para expulsar a esos usurpadores e imponer un nuevo orden económico y político en nuestra Venezuela querida basados en el liberalismo y el republicanismo.

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