ENFOQUE LIBERAL – EL CANDIL – AÑO V – N° 215.-
“ES LA HUMANIDAD EN CONJUNTO LA QUE PIERDE CADA VEZ QUE ALGÚN GOBIERNO DETERMINA LA IMPOSICIÓN DE LÍMITES EN EL CAMPO DEL DESARROLLO TECNOLÓGICO”
Una de las más extendidas y absurdas falacias que en los últimos años ha tomado mayor relevancia en relación con el progreso de la tecnología y su implementación en las diferentes industrias es aquella que asevera que tal progreso será la causante de la pérdida de puestos laborales en virtud de que se podrá reemplazar al obrero por una máquina automatizada.
Y ciertamente eso parece ser lo que sucederá si observamos el gran avance de la inteligencia artificial, hecho que a muchos les lleva a evocar escenas de películas con futuros distópicos en los que son los robots quienes dominan el mundo y someten a la humanidad. Una importante cuota del temor que muchas personas tienen por el avance de la tecnología se fundamenta en lo que han visto en el mundo fantástico del cine y la TV, y más recientemente en las miles de publicaciones en internet en las que se difunden falsedades con la intención de sembrar el miedo y la incertidumbre, ignorando completamente la naturaleza de la tecnología computacional/electrónica, así como su alcance, aplicaciones y el inconmensurable bien que le ha traído a toda la raza humana, lo cual incluye a quienes se oponen a ella.
Desde los tiempos del motor a vapor, e incluso antes, cada nuevo adelanto tecnológico siempre ha tendido a suponer ―en la mente de los eternos conformistas y de los opositores a una mejora integral― una amenaza para los trabajadores que desempeñan la labor que el producto del adelanto en cuestión desarrollará más eficaz y eficientemente, quienes se verían desplazados para dar paso a máquinas que, a la vez de que incrementarán exponencialmente la productividad de la compañía que lo implemente, reducirán drásticamente los gastos a largo plazo, esto como consecuencia de que no habrá más pagos de horas/hombre ni de ninguna de las salidas dinerarias que conlleva el tener a una persona a cargo.
Algo que no tiene forma de ser negado es el inexorable hecho de que cada nuevo adelanto necesariamente requiere de nuevo personal debidamente cualificado, sea para operarlo, mantenerlo, repararlo y replicarlo, esto sin contar los nuevos puestos que se generan alternativamente, tanto en lo referente a los productos sustitutos directamente relacionados como a los que no.
Un claro ejemplo de ello se puede apreciar en estos días, en los que se ha suscitado un auge en la producción y venta de casetes y vinilos, en pleno apogeo de las plataformas digitales. Y es que la dinámica del mercado siempre estará supeditada a las preferencias del consumidor. ¿Pero qué hay de aquellos que puedan darle un mal uso para perjudicar a los demás, como algún tirano gobernante o un grupo de antisociales? El mal uso que se le pueda dar a una herramienta, a cualquier herramienta, independientemente de su naturaleza, alcance y posibles usos, es algo que concierne a quien le da el uso, no a la herramienta en sí.
Y si existe un temor hacia lo que potencialmente puedan hacer personas malvadas, ¿no son acaso las personas de bien quienes tendrían que responderles? Ningún mal se puede eliminar si no se combate al mal mismo, no así a los medios que este pueda usar, puesto que estos pueden cambiar, pero el mal siempre será el mal; y quienes lo manifiesten, siempre hallarán la forma de ocasionar daño a los demás.
La inventiva del hombre de pensamiento racional, aquel que no se conforma con lo que ha logrado y siempre va hacia adelante, es la responsable de que hoy gocemos de un altísimo nivel de vida, uno jamás visto en toda la historia conocida.
Diversos son los campos del conocimiento humano en los que la aplicación del desarrollo tecnológico ha procurado un enorme progreso.
Es contra ello que se oponen los azuzadores que difunden ideas totalmente erradas, tergiversadas y, en muchos casos, intencionalmente falsas, para así incentivar el estancamiento, no solo en perjuicio de quienes deciden innovar, sino de todos aquellos que se benefician directa e indirectamente del logro de dichos innovadores.
Es la humanidad en conjunto la que pierde cada vez que algún gobierno determina la imposición de límites en el campo del desarrollo tecnológico por temores que no tienen un fundamento racional ni lógico.
Y es mayor la pérdida si es gente de bien la que es convencida por tan vil engaño, pues es por su apoyo a la obstrucción del progreso de la tecnología que serán ellos mismos o sus seres queridos quienes más lamentarán su ausencia o escaso nivel de desarrollo cuando más la necesiten.
Enfoque Liberal
Concebido con el objetivo de difundir las ideas liberales en los distintos campos que rigen la vida del hombre, tales como la Economía, la Política, la Ética y la vida en sociedad. Las publicaciones que se realizan en esta página se basan en el conocimiento adquirido del estudio del Liberalismo Clásico, el Objetivismo y la Escuela Austríaca de Economía.