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Serán Cantares, Letras y Estrofas

Por Milagros Quintero Quijada

Impresionante es el puño y la conjugación de las letras que surgen de la inspiración de autores de donde han surgidos cantares, plasmados del romance, la experiencia, vivencia, incertidumbre y estados de ánimos de hombres y mujeres, aunque la interpretación, es cuestión de la creatividad, el pensamiento y la posición propia de los acompañantes de los coros de tan elocuentes fragmentos.

Los nacidos en Venezuela, con orgullo tenemos el ímpetu entusiasta para  sentir el carácter de la inspiración de Rafael Brito cuando compuso la gaita “Venezuela Galopante” estrofas organizadas para entonar los sentimientos, creencias, experiencias y alegrías de los venezolanos, exaltando la vida de un pueblo noble, humilde y sincero.

En los fragmentos de esta gaita se refleja la naturaleza indomable que compartimos como venezolanos en el coro, con petulancia, sintiendo cada quien de corazón que “Soy quien ordeña la vaca, soy hamaca, soy un pelo e´guama, soy el Pico Bolívar Feria de San Sebastián, tengo en mi sangre lo andino, soy miche divino, lindo cafetal, soy pescador del oriente, gaita, polo y galerón, soy playa y morrocoy, soy la naranja dulcita de la Valencia industrial, yo soy Turmero, soy Cagua, soy Valle de Aragua, soy la Capital, soy mojito maracucho, guajiro de corazón, soy lago, soy puente, petróleo y carbón, soy novio de Sinamaica, soy San Benito Bailón, yo soy la voz de Ricardo, la danza de Armando, la pluma de Udón, soy Tamunangue de Lara, soy Carrillo y sus cantares, el Diablo de Carora, Duaca y Cabudare, soy el golpe Tocuyano, soy capital musical, soy el maestro Lucena, violín de Canela, Rojo Cardenal”. ¡Sera  entonces que todos somos Venezuela para galopar por grandes caminos!

Pero cuando la vida comienza a cambiar los caminos, sentimos que nuestra cotidianidad, ya no es lo habitual, buscamos la razón de lo diferente, comenzamos a construir un panorama con tintes opacos, reflejando los problemas, los cuales entraron a casa, sin darnos cuenta, llegan además en compañía de interrogantes, sentimos que ya nada es igual; la razón la sabemos; si lo callamos o lo gritamos es cuestión nuestra, más sin embargo escuchamos un eco, al percatarnos es la música acompañante de la letra interpretada por Yordano, expresando: “Por estas calles la compasión ya no aparece y la piedad hace rato que se fue de viaje cuando se iba la perseguía la policía, oye conciencia mejor te escondes con la paciencia. Por ningún lado se encuentran rastros de valentía, quienes la vieron dicen que estaba pálida y fría, se daba cuenta que estaba sola y sin compañía”

La popular canción acompañante de una novela, se considera real o ficción, es un juicio particular, pero no deja dudas hay una reflexión sobre la pérdida o la supresión de los valores y los sentimientos humanos que acompañan a los hombres y mujeres por estas calles, como son la compasión, la piedad, la paciencia y la valentía, a causa del miedo, tal vez preferimos escondernos para no perder la libertad; pero una persona no es realmente libre asfixiando su condición humana, es decisión de cada quien, aún más cuando otra estrofa de la canción también dice” Tú te la juegas si andas diciendo lo que tú piensas, al hombre bueno le ponen precio a la cabeza”. ¡Será entonces preferible adoptar la reflexión del filósofo René Descarte en su frase célebre “Pienso y luego éxito”, quien no se dedicó a cantar, pero si a pensar!

Continuado la tónica de la meditación, recordemos al canta – autor, Alí Primera, con su Canción Mansa para un Pueblo Bravo, siendo muy peculiar y curioso que el título de esta canción tiene sus dos últimas palabras el mismo nombre del Himno Nacional, Gloria al Bravo Pueblo, a la inversa, muy reconocida por todos aquellos de ideología socialista.

La popular canción se dedica al relato del episodio de un pueblo que se juega su destino en la ambivalencia entre si es manso o bravo, para ello dice:” El lagrimear de las Cumaraguas; está cubriendo toda mi tierra, piden la vida y le dan un siglo, pero con tal que no pase nada. En mi tierra mansa, mi mansa tierra. Yo sé que un  día tuviste sueños, moviste un río cuando pequeño, pero tú alma se te alegraba con la llegada del vendaval, huellas cansadas tienen tus pasos. Pero aunque el río sea muy manso poquito a poco se enfrenta al mar. Vuelve a tu canto de turpial llena de gritos el cardonal que hay Semerucos allá en el cerro, hay un canto, ya la gente empezó a sembrar. A veces pienso que todo el pueblo es un muchacho que va corriendo tras la esperanza que se le va. La sangre joven y al sueño viejo pero dejando de ser pendejo, esa esperanza será verdad, el pueblo manso ya es montaraz, dulce mejilla la de mi pueblo que a la segunda le está doliendo, a mi pueblo manso, mi manso pueblo.

La letra del Cantor del Pueblo, Alí Primera, narra un episodio con su estilo metafórico en un espacio natural, como lo es las Cumaraguas, con un singular paisaje donde el agua del mar al atardecer se vislumbran tonos rojizos, panorama rodeado con sus linderos de salinas, en la histórica  Península de Paraguaná, armonizando uno de los paisajes más admirable del Estado Falcón, en la cúspide del territorio venezolano; al margen de la rigidez de las estrofas transmite la sensación que el pueblo venezolano es un joven que corre por alcanzar la esperanza, a pesar que ha llegado un vendaval la realidad sigue igual, mientras tanto el tiempo inclemente ha envejecido la sangre del pueblo.

En la vicisitudes la esperanza no muere y empuja al pueblo con la fuerza de un río, en su cauce se unirá al mar para iniciar la transformación, dejando de ser pendejo, perdiendo su mansedumbre para convertirse en un pueblo bravío, quien cantará con alegría como el turpial y sembrará para recogerá los frutos tan frescos como los “Semerucos”. ¡Esperemos entonces que se abran los brazos del gran durmiente! ¿Quién será el gran durmiente?, la respuesta no le corresponde a Ali Primera, la respuesta es un secreto a voces y quien la gritará primero. ¡Será entonces que desde los Cardonales de Falcón hasta el Rio Negro del Amazonas, ampliándose con estruendo a lo ancho del territorio nacional para sonar fuerte entre Margarita y Cumana, al oriente su repique se escuchará, precipitando en el occidente que el Rayo del Catatumbo en el Zulia, a toda Venezuela iluminara!

Para recobrar la esperanza  y la confianza unamos las voces al canto del Pajarillo llanero de Luis Silva, cuyo canto dice, “vamos a unir el cantar pa´ cantarle a Venezuela, la tierra que pare machos, y no se dan donde quiera, de esos que arriesgan la vida cuando toca defenderla, como lo hizo Bolívar, que lucho a capa y espada por defender nuestra tierra, nosotros que no podemos hacerlo como él hiciera, vamos a hacerlo cantando pero con voz altanera que retumbe en los caminos que recorran las fronteras para mantener en alto y fijar nuestra bandera ya que desde muy pequeño nos recorre por la venas, amar querer y sentir nuestra Patria Venezuela”.

Hermosa canción llanera de la voz de Luis Silva, expresa en ella que nuestra tierra pare macho, yo le agrego también, es madre de mujeres guerreras, dispuestas a defenderla con furor y gallardía sincera. ¡Sera que nos unimos con los machos para defenderla en un solo canto, bajo un manto de esperanza que es nuestra bandera, herencia de la lucha de la libertad y el arco iris tricolor que nos dejaron  de la emancipación  con un nombre de esperanza que se llama “Venezuela!    

Para finalizar propongo libremente, a quienes quieran, cantar con letras del corazón y las estrofas patriótica del Libertador de América, macho parido por Venezuela, el poeta más enamorado de esta tierra, el trovador más idóneo y célebre, Simón Bolívar y entonamos “Quiero asegurar después de mi muerte una memoria que merezca bien de la libertad”. “La paz será mi puerto, mi gloria mi recompensa, mi esperanza mi dicha y cuanto precioso el mundo” y en coro unísono expresamos “El primer día de paz será el último de mi mando” ¡Será entonces que el Libertador está comandando Venezuela, hasta conseguir la paz, guiando al pueblo de corazón bravo por un mar para la luchar y luego descansará en el río en la tranquilidad”.

Dedicado a un Padre Ejemplar: Isidro Jesús Quintero, 
A Mi Hermano y a Sus Hijos 
Santihago, Jesús, Ignacio Rafael y Mateo Gabriel

Cabimas-Estado Zulia-Venezuela
Domingo, 14 de Junio 2020
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