Saltar al contenido
Artículos publicados » Lo cortés no quita lo valiente

Lo cortés no quita lo valiente

  • por

NERVIS NAVA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 184.-


Estamos viviendo unos tiempos donde los términos “cortesía, buenos modales, buena educación, respeto o urbanidad”, solo forman parte de un léxico existente de otras épocas, y actualmente se encuentran no solo en desuso sino muy distantes de la práctica cotidiana; siendo eventualmente vinculados a la hipocresía, a la falta de libertad, cuando realmente son actitudes y comportamientos que facilitan, regulan y mejoran las interacciones entre las personas dentro de una sociedad determinada, proporcionando entre otras cosas salud emocional y armonía comunicacional. Solo es cuestión de conocer, respetar y practicar las reglas, para no provocar malos entendidos y caos dentro de las relaciones; siendo entonces imprescindible que la “cortesía y los buenos modales” formen parte de la vida personal, social y profesional de los seres humanos; por cuanto es un comportamiento ajustado a la solidaridad, al respeto y a las buenas costumbres dentro de la sociedad.

“Uno de los secretos más profundos de la vida es, que lo único que de verdad merece la pena hacer, es lo que hacemos por los demás”

Lewis Carroll

Vale la pena preguntarnos ¿Qué es ser cortés? Literalmente se refiere a las personas amables y educadas, que guardan las normas de cortesía; y definiendo la cortesía como la amabilidad y la buena educación de una persona en su comportamiento y relación con los demás, manteniendo actitudes comedidas, atentas y afables; con orígenes en las antiguas “Cortes” que eran los núcleos más importantes a nivel político, social y cultural; teniendo su origen a partir del Siglo XVI donde la Real Casa y Patrimonio de la Corona Española era la organización que adecuaba desde esa época, el ceremonial, los protocolos y las guías para la Cortesía, de allí el origen de la palabra “cortés” , aunque con el transcurrir del tiempo se ha demostrado que la “cortesía” es una virtud que está al alcance de toda persona, no necesariamente se debe pertenecer a una Corte Real, ni haber nacido en “buena cuna” para tener buenos modales.

“Cuando puedas elegir entre tener razón o ser amable, elige ser amable”

R.J.Palacio

La “cortesía” debe considerarse igualmente como un fenómeno cultural, porque lo que muchas actitudes y conductas dentro de un grupo de determinada sociedad, es cortés, puede resultar grosero o absurdo en otra, y en esto puede considerarse también el uso de determinados modismos del lenguaje. Un ejemplo clásico de ello puede ser en Japón, donde los eructos tras una comida no son mal vistos por cuanto son muestras de que ha tenido buen provecho, mientras que en otras partes del mundo es considerado algo de “mal gusto”; igualmente sucede con mascar chicle, solo tolerado en ámbitos informales.

La “cortesía” mantiene frases universales que forman parte de un lenguaje y actitud frente a los demás, son frases, si se quiere, de contenido simple y sencillo, donde la persona demuestra afecto, respeto y atención hacia otra persona. ¡Son cortesías! Y nadie pierde nada con aplicarlas, por cuanto se consideran expresiones de las buenas maneras o del reconocimiento de las normas sociales que son consideradas como correctas y adecuadas: GRACIAS, Buenos días, Con su permiso, Por Favor, Disculpe usted……no son solo frases, son expresiones de ser cortés, y lo cortés no quita lo valiente.

Existen igualmente ciertas normas aplicables para ser una persona cortés, como por ejemplo y en primer término, aplicar la “Regla de Oro” de la vida …..”Tratar a los demás como queremos ser tratados”, evitar actitudes o expresiones que puedan resultar ofensivas o molestas, ser amables y educados, considerar las normas del buen hablante y del buen oyente cuando estemos con otras personas, para así escuchar activamente sin interrumpir a los demás, y sin menospreciar las opiniones ajenas; todo ello dentro de otras normas simples que a nadie le hace daño poner en práctica.

“Difícil es decir cuánto concilia los ánimos humanos la cortesía y la afabilidad al hablar.  La educación y la cortesía abren todas las puertas”

Thomas Carlyle.

No se debe tener vergüenza por decir palabras y cosas bonitas, porque ya bastante feo anda el mundo para estropearlo más, y ser amables es totalmente gratuito; siendo como es la cortesía un comentario amable o un acto respetuoso, que tiene que ver con los buenos modales, cuando algo nos es presentado de forma gratuita como la cortesía, no podemos menos que responder de la misma forma. Es muy común en los actuales momentos, ver –por ejemplo- en las redes sociales, como hay personas que amablemente envían mensajes de cordialidad, de solidaridad, pequeños saludos y, sin embargo, los receptores de esos mensajes no son capaces de responder, pareciera que desconocen hasta la más elemental palabra de cortesía como “GRACIAS”.

“La cortesía es como el aire de los neumáticos: no cuesta nada y hace más confortable el viaje”

Cruzalta

Hay momentos donde se debe bajar la guardia y aceptar la vulnerabilidad que conlleva el ser humanos; dejando escapar ciertas condiciones que nos llevan a asumir actitudes de “reacción” sin considerar lo bien o mal que pueda afectar a nuestro entorno; estamos como humanidad viviendo circunstancias especiales y donde debemos establecer un control emocional que nos permita establecer parámetros de cortesías con todo nuestro entorno en beneficio de una salud mental y social ,  no solo propia sino ajena; es hora de cambiar lo que nos incomoda, de hacer las cosas bien, de hacer el bien a los demás, ¿para qué incomodar al mundo con nuestras actitudes y falta de cortesía?  Hay que tener presente que esta vida es solo un instante, así que acepta las situaciones del día a día, enfrentando todo con cortesía y alegría, así que vive, ama y disfruta cada segundo.

“Lo cortés, no quita lo valiente”

Y como corolario de este artículo me permito compartirles una corta leyenda alusiva al tema, que bien puede servirnos de reflexión.

Cuenta la leyenda que un día de 1804, Tomás Jefferson, por entonces presidente de los Estados Unidos, caminaba por la calle junto a un empresario importante, conversando sus temas… De pronto un esclavo negro se cruzó con ellos y, al reconocer al presidente, lo saludó con gran cortesía. Jefferson inmediatamente devolvió el saludo con mucha amabilidad. El empresario, sorprendido, le preguntó: “¿Cómo es que usted se molesta en saludar a ese esclavo negro, señor presidente? Y Jefferson, que era defensor de la libertad, pero también dueño de 600 esclavos, le contestó: “¿Acaso es bueno que un esclavo supere a un presidente en normas de cortesía y urbanidad?…

¡HASTA UNA NUEVA OPORTUNIDAD! Y tengamos presente que “Ser cortés no quita lo valiente”, todo lo contrario, hace el mundo más cálido, más bonito y genera relaciones más armónicas.


La cortesía abre todas las puertas

Nervis Nava
Nervis Nava

Escritora especializada en investigación y divulgación de temas asociados al desarrollo personal, de autoayuda, virtudes y valores humanos positivos. Venezolana, del estado Zulia, defensora de la libertad, la república, la propiedad privada y el estado de derecho.  


UNETE AL CLUB

¡Se parte de El Candil!

Recibe actualizaciones cada domingo

¡No hacemos spam! Lee nuestra [link]política de privacidad[/link] para obtener más información.

UNETE AL CLUB

¡Se parte de El Candil!

Recibe actualizaciones cada domingo

¡No hacemos spam! Lee nuestra [link]política de privacidad[/link] para obtener más información.

Tus comentarios son valiosos para nosotros ya que nos permite entrar en comunicación con nuestros lectores

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde EL CANDIL

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo