SIN SECRETOS – NERVIS NAVA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 162.

“Existe un lenguaje que va más allá de las palabras”

Paulo Coelho

A través de la evolución de los tiempos, se han ido creando lenguajes para ser utilizados como herramientas en la transmisión de conocimientos, deseos, sentimientos y necesidades. Se considera el lenguaje  como un fenómeno social no biológico, que nace de la interacción social entre los seres humanos, ya que sin él no podría haber comunicación con el mundo exterior e incluso con nosotros mismos, por lo que cabe la  pregunta ¿Cuántos tipos de lenguaje existen? En mi criterio, este es un tema interesante, sobre todo intentar descubrir cómo utilizamos el lenguaje, para qué, cuál es nuestra forma de comunicarnos y si estamos conscientes de ese “lenguaje oculto” que poco ha sido definido, pero como dice la cita del encabezado, existe un lenguaje que va más allá de las palabras, que no se escribe, no se habla, pero “se siente”, y del que muchas personas parecieran no estar conscientes.

Literalmente tenemos que el lenguaje es la herramienta a través de la cual nos comunicamos e interactuamos con el mundo exterior; de esta manera todas las personas comparten un mismo gesto y símbolos para entendernos, y a partir de todo un lenguaje consensuado, conseguimos comunicarnos; siendo entonces que la comunicación, es el uso del lenguaje, ya sean signos, gestos, sonidos o palabras, por lo que lenguaje y comunicación son conceptos unidos y dependientes, ya que no pueden existir el uno sin el otro; es por ello que el ser humano tiene múltiples forman de utilizar ese binomio, incluso, puede ser en muchas ocasiones que estamos utilizando un lenguaje de forma inconsciente, cuando en realidad es que si estamos comunicando algo; por lo que debemos ser más conscientes de nuestro lenguaje, bien sea escrito, verbal y sobre todo nuestro lenguaje corporal acompañado de nuestra actitud,  lo que finalmente define el “lenguaje oculto”.

A continuación presentamos una serie de clasificaciones dentro del lenguaje para un contexto específico, teniendo el mismo una serie de reglas gramaticales y morfológicas añadidas al lenguaje natural, pero como esto, no es una clase de literatura sobre lenguaje, solo enunciaremos algunos de los diferentes tipos los que son extensamente detallados en los textos, y que además del oral, escrito y mímico, existen subdivisiones como por ejemplo el lenguaje literario, lenguaje científico, lenguaje formal, incluyendo el lenguaje Braille,  entre otros, conocido como el lenguaje táctil, en el que se utilizan los dedos y es su relieve lo que permite la interpretación y  comunicación escrita en este tipo de lenguaje.

“Ser perceptivo, significa ser capaz de detectar las contradicciones entre las palabras de una persona y el lenguaje de su cuerpo”

Allan Pease

Ordinariamente utilizamos lenguaje escrito, oral y mímico para comunicarnos en nuestro día a día; sin embargo, en literatura existe una clasificación más amplia de los lenguajes, todos ellos de acuerdo a los esquemas dónde y cómo sea utilizado, como por ejemplo, se tiene el lenguaje natural que es el utilizado en el día a día, no siendo un lenguaje específico sino un lenguaje coloquial.

Si bien estos son los lenguajes más conocidos, hay ocasiones en los que es difícil poner palabras a cosas, o situaciones las cuales es mejor expresar de otra manera; por ejemplo a las emociones, situaciones y sentimientos que en ocasiones no se expresan mediante el lenguaje oral; es donde entran los movimientos del cuerpo y las actitudes, como forma de expresión y comunicación que podríamos definir como un lenguaje mudo, o “lenguaje oculto”, dentro de los cuales por mencionar  alguno, el baile, y sin irnos a lo artístico, serían todos los movimientos corporales, en ocasiones muy sutiles que realizamos constantemente, incluyendo las posturas, expresiones faciales, la sutileza o la violencia de las mismas,  según las situaciones en las que nos encontramos.; y ante este tipo de lenguaje es difícil ser conscientes de él, ya que al disponer del lenguaje verbal, no nos detenemos a observarlo.

Es en estos casos donde esencialmente se habla de la perspicacia, conocida como la aptitud para percatarse de las cosas que se dicen a través de ese “lenguaje oculto” siendo que en ese lenguaje debemos actuar con prudencia y extrema inteligencia. El término “perspicaz” es un adjetivo utilizado para referirse a una persona que tiene mucho ingenio, agudeza mental y un elevado nivel  de intuición, así como un excelente manejo y control emocional; es decir, es una persona que “capta” fácilmente aquello que otros no ven a simple vista, así, cuando alguien es muy perspicaz, se da cuenta de las cosas y situaciones que no están del todo claras, pudiendo traspasar con la mirada cualquier situación, comprendiendo  como en realidad son;  y esto no tiene nada que ver con suspicacia.

El diccionario nos define que perspicaz es la persona ingeniosa, aguda, lúcida, penetrante o sagaz con capacidad para descubrir cosas, sentires y actitudes en situaciones que parecen confusas, mientras que ser suspicaz es la persona propensa a tener sospechas y desconfianza, es una persona que alude a una idea u opinión, sin haberla contrastado, o sin haber reunido los datos necesarios para hacerlo; pudiendo ser alguien con mucho conocimiento, pero existen una serie de aptitudes que aún con todo el conocimiento no pueden obtenerse, es allí que están ubicadas las personas perspicaces, quienes actúan de una forma correcta ante situaciones sin tener los conocimientos exactos.

“El sonido adquiere significado en mi vida, cuando puedo hablar más allá del lenguaje”

Rodrigo Rodriguez

La perspicacia se fundamenta en las vivencias; son cualidades que le brindan a la persona una sabiduría ocurrente e ingeniosa, apartada de toda lógica y conocimiento formal; lo cual demuestra que para ejercer ciertas actividades, no es absolutamente necesario tener estudios muy superiores, ya que solo basta con tener un poco de intuición, derivada del corazón, y que conduce a la persona por el camino correcto, aún sin comprender el por qué; manteniendo una sana curiosidad que la impulsa a conocer la verdad de lo que realmente algunas personas tratan de transmitir, aludiendo con ello buenos argumentos y dedicando tiempo en aclarar un asunto en especial.

Realmente los sentidos son a través de los que estamos en constante contacto con el mundo exterior y los primeros en captar la información que nos rodea, no obstante son los que menos atendemos, ya que nos han llevado al aprendizaje a través de la palabra – que no está mal-, pero se nos ha olvidado todo lo demás; como por ejemplo todo tipo de expresiones artísticas y corporales, que también reflejan un “lenguaje oculto” al momento de comunicarnos con el mundo exterior, sin considerar para ello, las expresiones corporales, que tanto delatan sentimientos e intenciones; y es cuando podemos expresar que más allá de los tipos de lenguaje expresados en la literatura, tenemos un “lenguaje oculto”,  ese que no escribimos, no hablamos, pero que si expresamos a través de nuestras actitudes y expresiones corporales.

“Guardar las manos en los bolsillos es el ademán favorito de lo hombres, cuando no quieren participar en una conversación”

Allan Pease

El lenguaje básico de nuestras vidas, es lo que nos permite comunicarnos con el mundo y con nosotros mismos, por lo que deberíamos atender cuáles son las formas en las que nos comunicamos, así como también atender los gestos, cómo nos movemos, qué hacemos cuando nos sentimos de determinada manera; y todo ello nos ayudará a ser más conscientes de lo que nos ocurre, así como también de lo que transmitimos a las personas que nos rodean, ya que solo las personas tenemos la capacidad de utilizar el lenguaje. Así por ejemplo, hasta un simple saludo, determina cuán agradable o desagradable puede ser, dependiendo de la tonalidad y nuestro lenguaje corporal, y el saludo puede tornarse en una amenaza, un desplante o un agradable saludo; por cuanto en ocasiones ese “lenguaje oculto”, no solo describe una realidad, sino que es capaz de crear otra; ya que nuestra forma de hablarnos a  nosotros mismos afecta poderosamente nuestra forma de relacionarnos con el mundo que nos rodea; ya que la emoción tiene sus raíces en el inconsciente y se manifiesta a través del cuerpo; por lo que se dice que el lenguaje corporal es un tipo de comunicación no-verbal, donde se utilizan gestos que transmiten información a otra persona, ya que los gestos, y sobre todo los movimientos de los brazos y manos, pueden ser una guía de los pensamientos o emociones subconscientes.

 “Una sonrisa natural produce arrugas características junto a los ojos. La gente que no es sincera sonríe solo con la boca”

Allan Pease

Del mismo  modo, en la cara se reflejan de manera innata y universal las emociones básicas como son alegría, sorpresa, tristeza, miedo, ira, asco y desprecio, cada una de ellas tiene su propio  código, aprender a distinguirlas es imprescindible para dominar el “lenguaje oculto” y corporal. Si nos convertimos en buenos observadores de este lenguaje, podemos ver cuán interesante se tornan las expresiones de un rostro, solo con observar la mirada de una persona, se pueden descubrir todos los sentimientos que encierra en su subconsciente o en su Alma, no en vano se dice que los “ojos son el reflejo del Alma”; por eso cuando alguien quiere certificar que no está mintiendo dice…!Mírame a los ojos, y verás cuánta verdad hay en mis palabras!

“Cuando los hombres mienten, el lenguaje de su cuerpo puede ser evidente. Cuando las mujeres mienten, prefieren aparentar que están ocupadas”

Allan Pease

NAGUANAGUA – ESTADO CARABOBO – VENEZUELA