DE HISTORIA Y ALGO MAS – MIRELA QUERO DE TRINCA – EL CANDIL – AÑO III – N° 130.

La historia de la “Generación del 28” está muy ligada a una noble y antigua institución educativa caraqueña, el Liceo de Caracas, ya que muchos de sus integrantes pasaron por sus aulas y recibieron la formación dictada por muy insignes profesores: entre otros, Julio Bustamante, Pedro Arnal, Julio Planchart, Antonio Vaamonde, Fernando Paz Castillo, José Antonio Ramos Sucre, Caracciolo Parra León, J. T. Rojas Contreras y Rómulo Gallegos quien además de profesor fue subdirector y director. Como veremos, el Liceo de Caracas fue el semillero de donde salieron los constructores de la Venezuela moderna.

El Liceo de Caracas fue una institución educativa creada en 1884 como Escuela Politécnica de Venezuela; desde 1904 a 1905 se llamó Colegio Nacional de Varones; de 1905 a 1915, pasó a ser Colegio Federal de Varones; y en 1915, por decreto presidencial, pasó a llamarse Liceo de Caracas. Según cuentan algunos autores, fue por petición de su director Rómulo Gallegos que en 1925 cambió su nombre a Liceo Andrés Bello, nombre que conservó hasta 1987 cuando pasó a llamarse Unidad Educativa Nacional “Liceo Andrés Bello”: y en la actualidad, se llama Liceo Bolivariano Andrés Bello.

Sedes

Desde su creación en 1884, el Instituto funcionó en varias casas particulares, siendo su primera sede, “La Viñeta”, una casa propiedad del general José Antonio Páez, situada en la muy caraqueña esquina de Mamey.

Luego pasó a ocupar otras casas, particulares o de propiedad estatal, situadas una en Hoyo de Castán y otra en la actual esquina de Colón, entre Santa Teresa y Cruz Verde.

En 1902 funcionó durante 16 meses en la Casa Natal del Libertador; y en 1904, mudó su sede entre las esquinas de Salvador de León a Dr. Paúl.

Posteriormente, ocupó diferentes casas: Hacia 1921, estuvo ubicado de Dr Diaz a Salvador de Leon, en la misma cuadra donde trabajaba como contabilista, el papa de Rómulo Betancourt, en la firma Delgado y Cia. (www. Frb.org).

En 1922 estuvo ubicada entre las esquinas de Cuartel Viejo y Balconcito No. 5 (o según otra versión, en el No. 49). Luego ocupó diferentes casas situadas de Carmelitas a Altagracia No. 17; de Principal a Conde No. 14; y de San Lázaro a Puente Victoria, hasta que, en 1945, durante el gobierno del presidente, general Isaías Medina Angarita, se trasladó a su sede actual en el Parque Carabobo, en la avenida Universidad.

El profesor  Rómulo Gallegos

Desde 1912, el bachiller Rómulo Gallegos además de subdirector del Liceo de Caracas, dictaba clases de Historia Universal; desde 1915, las de Historia de América y Geografía General; y a partir de 1922, ya conocido novelista, fue nombrado Director.

Muchos jóvenes del interior de la República no sólo pasaron por sus aulas sino que estudiaron como internos en el Liceo de Caracas, cuyo director era Rómulo Gallegos. Según relata doña María Luisa Arocha de Gámez: “Inicialmente, el Liceo Caracas, dirigido por el maestro Gallegos, con su internado adjunto, regentado por doña Teo, estaba situado de Salvador de León a Dr. Paúl”.

Cuenta doña María Luisa que para 1922, el Liceo de Caracas estaba situado:

“entre las esquinas de Cuartel Viejo y Balconcito No 5. Se trataba de una casa muy amplia con zaguán. En la planta baja estaban situados los salones de clase, todos con amplios ventanales. Los salones comunicaban, como era usual, a grandes corredores, y estos a un bello patio interior con fuente y jazmineros. Los nocturnos de Chopin…eran escuchados en una ortofónica que adquirió el maestro Gallegos, a quien le agradaba mucho el baile. Recibió hasta lecciones, que a su vez las transmitía a los internos, los domingos.

El internado era regentado por doña Teotiste y ocupaba la parte alta de la mansión. Allí residían Luis Villalba-Villalba (Lucho), Jóvito Villalba, Simón Gómez Malaret, Enrique Fierro, César Rodríguez, Luis Cumana, Carlos Cruz Sánchez Insausti, José Antonio Armas, (cariñosamente “Pópulo”), Antonio Reyna Antoni, César, Juan y Leopoldo Avila Chacín, Olinto Camacho, Victorino Márquez, Gustavo Alarcón, Manuel García y Manuel Vicente Egui”… 

En la lista de estudiantes externos del Liceo Caracas, aparecen otros importantes personajes, como: Rómulo Betancourt, Miguel Otero Silva, Miguel Acosta Saignes, Felipe Massiani, Alberto Arvelo Torrealba, Ramón y Pablo Rojas Guardia, Isaac Pardo, Humberto y Raúl García Arocha, Luis Beltrán Prieto Figueroa, y Nelson Himiob.

Según contó el distinguido médico y político, Simón Gómez Malaret, el Maestro Gallegos y su esposa doña Teotiste Arocha de Gallegos fundaron:

“una especie de internado laico donde jóvenes del interior de la República vivían bajo su tutela y asistían a las clases del instituto del Estado (Liceo de Caracas), restándolos así de los internados particulares, la mayoría de los cuales pertenecían a órdenes religiosas o se impartía en ellos disciplina confesional. Tuve el privilegio y el honor de ser el alumno fundador de ese verdadero hogar estudiantil…”

Como vemos, el Liceo de Caracas, junto a otras importantes instituciones católicas, instruyó y formó a gran parte de la crema y nata de la intelectualidad, política y sociedad de muchos años venezolanos; quienes mantuvieron con el Maestro Gallegos una profunda relación prolongada en el tiempo.  En dicha institución, Gallegos tuvo oportunidad de poner en práctica los lineamientos que sobre educación, política y formación ciudadana ya había desarrollado en sus artículos publicados en la revista “Alborada” (1909).  

No se tiene mayor información sobre la actuación del Maestro Gallegos durante “La Semana del Estudiante” y “El Cuartelazo” del 7 de abril, importantes sucesos políticos ocurridos en 1928, en los que estuvieron involucrados varios de los universitarios que en el Liceo de Caracas habían recibido sus enseñanzas de formación ciudadana; pero, debió enorgullecerse por la valentía y solidaridad demostrada por sus pupilos. 

Poco después, el 20 de abril por problemas de salud de su esposa Teotiste, los esposos Gallegos Arocha viajaron a Bolonia, Italia, donde fue sometida a una intervención quirúrgica. Durante la convalecencia de “doña Teo”, Gallegos aprovechó los meses de junio, julio y agosto para revisar y dar los toques finales a su novela “La Coronela”, la que escribió tres veces antes de entregarla a la editorial Araluce, de Barcelona, que la publicó con el nombre de “Doña Bárbara” el 15 de febrero de 1929.

El Maestro Gallegos regresó a Venezuela, pero el 4 abril de 1931 nuevamente salió en exilio voluntario, primero a Nueva York y luego a España, país donde se radicó y convivió con algunos de sus discípulos del Liceo Caracas, igualmente desterrados.

En Barcelona, en el apartamento de la calle Muntaner, 193, entre Aragón y Córcega, recibió como pensionistas a Simón Gómez Malaret, a Nelson Himiob y Jesús Lavié; y también tuvo como huésped al joven Carlos Delgado Chalbaud y su esposa Lucía Devine, su amigo y futuro presidente de facto de Venezuela, beneficiario de su derrocamiento.

Luego en 1933-34, se trasladó a Madrid, a un apartamento de La Casa de las Flores, calle Hilarión Eslava, en la parte nueva del barrio de Arguelles, que se convirtió en centro de reunión de intelectuales y políticos.

“La casa de Rómulo Gallegos era en Madrid el verdadero consulado venezolano, el consulado rebelde. Allí vivían entonces, si no me equivoco, Gonzalo Barrios, Enrique García Maldonado, Nelson Himiob, en plan de cooperativa fraternal; y por allí pasaban frecuentemente todos los que tenían algún nexo intelectual, político o personal con el grupo, y eran legiones. Estudiantes del mismo Madrid, de Barcelona, de París, de Nueva York, unidos por el común denominador del exilio y de las prisiones:…”

Como vemos, la cercanía, familiaridad y enseñanzas del Maestro Rómulo Gallegos con sus estudiantes del Liceo de Caracas, se prolongó más allá de las fronteras patrias, ya que compartió el exilio con varios de ellos, cuando éstos, detenidos y luego de sufrir trabajos forzados en Araira y Palenque y prisión en el Castillo Libertador, de Puerto Cabello, fueron liberados en noviembre de 1929 y varios de ellos viajaron a Europa a continuar sus estudios.

La influencia que Rómulo Gallegos ejerció sobre el más importante grupo de venezolanos del siglo XX es evidente.

El 17 de diciembre de 1935 se anunció la muerte del dictador Juan Vicente Gómez y los estudiantes exiliados ya convertidos en médicos, abogados, ingenieros, escritores, políticos, regresaron a construir la Venezuela del siglo XX.

Bibliografía:

GÓMEZ MALARET, Simón. Conferencia homenaje del Ateneo Mercedes a Rómulo Gallegos”. Montevideo, Uruguay, 11 de septiembre de 1954.

PARDO, Isaac J. Edición Crítica de Canaima. Cordinador: Charles Minguet. Universidad de Costa Rica.

QUERO DE TRINCA, Mirela y Rafael Casanova. Biografía de Simón Gómez Malaret. Caracas. Academia Nacional de Medicina, 2000.

SUBERO, Efraín. Gallegos. Materiales para el estudio de su vida y de su obra.Caracas. Ediciones Centauro, 1980.

VALERO, María Edilia. El “Hogar Americano” en Madrid.

Monterrey. Estado de Nuevo León. México.