DESDE EL SEGUNDO NIVEL DE EXISTENCIA – TARSO VIDAL – El Candil Pedregalero – Año II – N° 79 – Domingo, 20 de Septiembre 2020.-

Percepción equivocada de la realidad causada por un engaño de los sentidos.     Esperanza sin fundamento real.  

Concepto o una imagen que surge por la imaginación o a través de un engaño de los sentidos, pero que no tiene verdadera realidad.

Etimológicamente el término proviene del latín ilusio. Se trata de una distorsión de la comprensión de la realidad, que ocurre por diferentes razones. La ilusión puede afectar desde un solo sentido como la visión (ilusión óptica) al mismo tiempo, hasta incluso manifestarse al mismo tiempo en varios o todos ellos.

Una ilusión es una representación o un concepto que surge por un engaño de los sentidos o por la imaginación, careciendo de un sustento real.

NO DEBEMOS DE VIVIR DE ‘ILUSIONES’

El término ilusión se refiere a una percepción o interpretación errónea de un estímulo externo real. Por ejemplo, ver un animal donde sólo hay vegetación o interpretar una sombra en una calle oscura como si fuera una persona. Este tipo de interpretaciones ha llevado a muchos autores a definir las ilusiones como el resultado de la combinación de poca claridad perceptiva y un estado emocional intenso.

Aunque cualquier persona puede experimentar ilusiones sin que ello suponga un estado patológico, algunos trastornos psicológicos pueden incluir ilusiones patológicas.  Los regímenes dictatoriales entronizan el terror frecuentemente y llevan a parte de la población más sensible a percibir o a imaginarse situaciones falsas como si sucedieran de verdad.

Por eso debemos de tener mucho cuidado con los llamados líderes carismáticos que lo que hacen es engañar a gran parte de la población más ingenua para imponer sus ideas autoritarias y satánicas generando al final una tragedia para los pueblos.

EN LA BIBLIA:

“No esperéis nada de la violencia, no os hagáis ilusión con la rapiña; si llegáis a ser ricos, no pongáis vuestro corazón en las riquezas. (Salmos 62, 11)”

“Si quieres, hijo, te harás sabio; si te entregas a ella con ilusión, serás avisado. (Eclesiástico 6, 32) Y he dicho: ¡Adiós mi ilusión, lo que esperaba del Señor! (Lamentaciones 3, 18)”

Norfolk – Virginia – EE.UU.