NERVIS NAVA – EL CANDIL – AÑO IV – N° 180.-
El venezolano es de memoria corta. Es una expresión genérica para referirnos a los asuntos, sobre todo políticos, en cuanto a los sucesos y situaciones vividas en el país, que bien se olvidan, o generalmente no se les presta la debida atención, importancia y seguimiento, porque se vive en un día a día, y lo que hoy es noticia, mañana cualquier otro incidente nos obliga a desviar la mirada de lo que sucedió ayer.
Y es que el acontecer de hechos en la historia de Venezuela en los últimos veinte y tantos años, ha sido de un impacto de tal naturaleza, que debería regresar Carl Gustav Jung – uno de los padres del Psicoanálisis – a realizar un profundo estudio a todos los venezolanos, para tratar de comprender cómo se ha visto afectada nuestra naturaleza humana, y nuestra “psiquis”, sobre todo en las dos nuevas generaciones que se han visto más afectadas, y las próximas que vienen; porque a este descalabro no se le vislumbra cambio alguno.
“La buena memoria es principio de sabiduría”
Séneca
En este tema, se pueden considerar dos aspectos, el humano y el político; en lo humano, el electorado de hoy en día no es el mismo de hace veintidós años. Desde la perspectiva humana, la población electoral actual estaba “en pañales” cuando estos sátrapas se alzaron con el poder, electos por una población con cierto grado académico, de intelectualidad, y poder económico; mientras que la actual población votante está conformada por ese sector que ha crecido con una precaria formación académica, y en unas condiciones sociales y económicas deplorables e inestables;
Desde la perspectiva política, para nadie es un secreto la ilegalidad de los organismos, entre ellos el CNE, la desactualización del REP, y la prohibición de ejercer el derecho al voto legal para aquellos ciudadanos que viven en el exterior.
“La libertad política implica la libertad de expresar la opinión política que uno tenga, oralmente o por escrito, y un respeto tolerante hacia cualquier otra opinión individual”
Albert Einstein
El espíritu pacífico de los venezolanos, y nuestra evolución política nos ha llevado a transitar por procesos electorales, cada uno más traumático que el anterior, donde al final todos han resultado una serie de estafas electorales, que tienen al país en el sitio donde nos encontramos. Pero pareciera que el venezolano tiene memoria corta, porque esos mismos escenarios son preparados una y otra vez por el régimen y una y otra vez, salen unos tipos a querer vendernos pajaritos preñaos.
Simplemente el venezolano se ha enquistado en una actitud demasiado cómoda como para revelarse ante esta adversidad; ciertamente que existen las “pseudojustificaciones” amparadas en las excusas de la falta de apoyo del estamento militar, con expresiones folklóricas como que “una sola golondrina no hace verano”, y en conjunto con todo ello, unimos los millones de venezolanos que han emigrado, para ponerle la guinda al pastel.
¿Quién tiene la memoria más corta, el electorado o los políticos? La memoria del electorado es muy emocional, lo que resulta en que no es que se tenga memoria corta, sino que se deja llevar por las emociones, y por el deseo interno de que las ofertas electoreras, en algún momento se puedan convertir en realidad, y ese es el papel de los políticos, mantener esa ilusión, que les permita mantenerse a ellos en el dominio y control del poder; y así está creado el círculo vicioso, donde el electorado “cree” que el siguiente será quien si le va a resolver su situación de vivienda, de salud, de educación para los hijos, porque definitivamente el venezolano común, siempre está a la espera de las ofertas que “le resuelvan”, más no está dispuesto a resolver….
La tragedia venezolana es la demostración de la magnitud de una tragedia envuelta y disimulada por las mentiras más descaradas, y por una retórica que ya resulta inadmisible, y así es como en medio de tantas penas, Venezuela está en estas condiciones; de descalabro permanente, no solo por las malas políticas socioeconómicas, sino por el hecho de no asumir responsabilidades para darle un giro a la situación; haciendo uso de mentiras tras mentiras por parte de una izquierda populista que tanto daño ha causado.
“El robo de millones, el despilfarro de millones y el éxodo de millones, constituyen no la sangría sino la hemorragia que está sufriendo Venezuela desde hace muchos años”.
Pío Gil 1913.
Ante el mal funcionamiento de los organismos, no se sabe a ciencia cierta, la cifra exacta de electores que contiene el REP, supuestamente existe un padrón electoral de quince millones, y dentro de ello es totalmente desconocido la cantidad de electores que están fuera del país, y de quienes particularmente no creo que estén interesados en participar en algún eventual proceso electoral; ya que participar en cualquier proceso electoral no es otra cosa que avalar y legitimar el Régimen que tiene secuestradas las instituciones, los organismos, y al país.
En los actuales momentos, los políticos solo se ocupan de planificar y hablar de elecciones, sin hacer el más mínimo esfuerzo para por sobre todas las cosas, establecer las mínimas condiciones por realizar un proceso, limpio, decente y sobre todo legítimo, para cambiar el rumbo; a esto se le agrega la actitud de conformismo existente, que solo colabora con mantener esta situación; y así vemos como un 70% de la población, puede ubicarse en las calles de los barrios, frente a los Concejos Municipales, aglomerados en las Gobernaciones, y ahí tenemos los resultados de una ancestral indolencia.
Es indudable que nuestra política se encuentra en su peor momento de mediocridad, habiéndose reducido la “Democracia” –que no era tal- a un régimen donde hace falta algo mucho más que un proceso electoral para direccionar el país a los cánones de la moralidad, la legalidad y la legitimidad.
“Cuando tienes miedo quedas petrificado y mueres antes de tiempo”
Carl G. Jung
Y es que en Venezuela, según Herrera Luque, a causa del subdesarrollo, el débil mental, especialmente si ha recibido una mediana instrucción, no es la víctima de la competencia como en otros países; este está protegido por la ignorancia y la impreparación de la mayoría del pueblo venezolano, lo que actualmente asciende hasta niveles de dirección elevados, entorpeciendo todavía más nuestra accidentada maquinaria social.
Si a esto agregamos el hecho de que la política es de las pocas ocupaciones donde no se necesita ningún conocimiento o preparación especial para ejercerla, tenemos la explicación de la existencia de nuestros ineptos políticos y dirigentes; y todo bendecido por el populismo facilista de nuestros gobiernos, quienes sin ser idóneos para su compromiso nos han conducido hacia el fracaso de la Venezuela de hoy.
Lo cierto es que toda esta torpe circunstancia ha convertido a Venezuela en un país de fisonomía difusa, y de identidad perdida; donde el Régimen es más fuerte que el Estado, y donde el criterio político a corto plazo provoca la falta de continuidad administrativa, condición fatal para el desarrollo y progreso de un país; y usted: ¿Está dispuesto para continuar avalando procesos electorales?, yo desde 1998 dejé de hacerlo.
¡Hasta una nueva oportunidad!
