CAMINANTE NO HAY CAMINO – FREDDY RIERA – EL CANDIL – AÑO I – N° 30.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

El predominio del hombre por sobre las demás especies, su expansión y desarrollo, ha sido posible, gracias a su enorme capacidad para transformar su entorno. 

Para ello, fue indispensable que esa criatura estuviera desprovista de escrúpulos. La naturaleza lanzó al ser humano en este mundo con la sola instrucción de sobrevivir. 

Así que, los líderes que encabezaron las grandes conquistas, reinados, feudos, monarquías y ejércitos, fueron personas que necesariamente debían estar desprovistas de compasión, lastima, ética, honestidad, consideración, perdón, normas y leyes, ya que para pelear, conquistar y vencer se requiere de mucha valentía, arrojo, locura, astucia, engaño, sadismo, ser sanguinario, con gran dosis de venganza, odio y maldad; es decir, todo un catálogo de características y patrones de comportamiento considerados como normales para esa época. Así se forjó la humanidad, a fuerza de guerras, saqueos, violaciones, invasiones, conquistas, esclavitud, fuerza, miedo, terror, sometimiento, explotación y maldad. 

Los conflictos frecuentes entre los miembros de una tribu y entre comarcas vecinas, obligó a sus líderes a establecer códigos de conducta. Siendo uno de los más conocidos entre nosotros, las famosas tablas de Moises, o Los Díez Mandamientos.

Así nacieron las leyes entre los hombres, con inspiración divina, como para que no cupieran dudas sobre la obligación para ser cumplidas; la fuerza detrás de la ley era nada más y nada menos que Dios. 

Por eso se afirma, con mucha razón, que las enseñanzas de Jesús de Nazaret vinieron a cambiar al mundo; vinieron a bañar al mundo de una gran dosis de amor para neutralizar tanta maldad sobre la tierra.  

El no cumplimiento de esas leyes divinas aquí en la tierra acarrearía graves consecuencia en el más allá. Pero pronto advertirían que, a pesar de ello, no se detenían las injusticias y los abusos. El hombre las podía desobedecer y no pasaba nada. Entonces inventaron los tribunales y los juicios terrenales; pero estos eran totalmente amañados, subjetivos, injustos y arbitrarios, y con frecuencia se condenaba a personas inocentes.

La situación se volvió mucho más injusta cuando se incorporó el factor religioso, ya que además de los tribunales arbitrarios regidos por la ley del monarca, también se juzgaba y se condenaba a la hoguera, guillotina, horca o cárcel, desde los tribunales de la Inquisición, a quien la iglesia acusaba de hereje o brujo. 

En la era conocida como de “La Ilustración”, movimiento cultural de la edad moderna (Siglos XV al XVII) surgen pensadores y filósofos que con sus ideas revolucionarias contribuirían a transformar el mundo y uno de los más influyentes en torno a las ideas de libertad se encuentra El Barón de Montesquieu, cuyo verdadero nombre fue Charles Luis de Secondat (1689-1755). 

Este filósofo francés proponía un nuevo modelo de gobierno en el cual el poder debía ser ejercido de modo que “ningún hombre tenga miedo de otro”, lo cual requería que el gobierno a crearse tuviera poderes separados y claramente definidos.

ABAJO EL ABSOLUTISMO Y QUE VIVA LA REPUBLICA

Esas ideas de aplicar el derecho para la fundación de una nueva nación pronto llegarían a América, y es así como en las colonias de Inglaterra se conquistaría la libertad y la independencia, creando el primer modelo de república del mundo basado en una constitución y en el derecho (Estados Unidos de América 1776).

Se elimina así el origen divino de los monarcas, el poder absoluto, las arbitrariedades del dictador y de la iglesia, sustituyéndola por una república, donde el poder reside en el pueblo, quien se auto gobierna mediante la división del poder en tres áreas de competencias y responsabilidades, autónomas e independientes: el ejecutivo (El presidente), el Legislativo, y el Judicial.

De esta forma se asegura que las leyes, por medio del derecho, se aplique por igual a todos. Ahora los ciudadanos que violen las leyes serán considerados inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Todo lo contrario que el modelo comunista donde el individuo es considerado culpable hasta que se demuestre lo contrario.   

Otra característica importante de este nuevo modelo es que el estado se sostendrá con los impuestos que aportará el ciudadano, pero esta vez, el dinero no irá al tesoro privado, sino que conformarán el tesoro nacional, aplicando políticas monetarias y económicas. Nacen así nuevas disciplinas para apoyar al estado: El derecho y la economía.

En el modelo comunista son desechadas estas dos disciplinas, he ahí porque en otro de mis artículos afirmo que el comunismo es una forma sofisticada de neo feudalismo.

EL PODER EJECUTIVO

El Poder Ejecutivo a uno de los componentes básicos de todo sistema de gobierno en una república democrática. Es la alternativa al poder absoluto del monarca. El poder ejecutivo es ejercido por el primer magistrado, o por un presidente, quien proviene de una elección mediante el voto popular.

La idea consiste en que, es del pueblo de donde emana el poder, y ya que todos no pueden encargarse de dirigir al estado al mismo tiempo, es más eficiente y efectivo que el pueblo delegue esas funciones en la figura de un presidente. 

El presidente, a diferencia del poder absoluto del monarca, debe ejercer sus funciones dentro de un marco regulatorio, y esos límites están contenidos en la constitución y las leyes. De ahí se derivan deberes y derechos que son acatados y ejercidos por todos por igual. 

En los estados democráticos el poder ejecutivo está considerado como administrador y ejecutor de la voluntad popular a la cual representa y de la que debe ser su más firme garante. El poder ejecutivo vela por los límites, protegiéndolos de los peligros que vienen de fuera como de dentro.

Dado que El Poder Ejecutivo suele estar en manos de un sólo individuo, el Jefe de Estado, es necesario que tal poder sea contrarrestado apelando a la denominada división de poderes, conocidos como legislativo y judicial, que pone cortapisas a este hecho singular que una persona tenga el poder más inmediato sobre toda una población.

El equilibrio es necesario para que funcione una República democrática con base en el imperio de la ley. Para evitar desviaciones en el ejercicio del poder es indispensable que alguien promulgue leyes que rijan todas las actividades de la sociedad y de eso se encargará el Poder Legislativo. Pero también es indispensable que alguien se encargue de aplicarlas y para ello se crea El Poder Judicial, quien controla la policía. 

Es la fuerza y el poder, amparados en la ley, para impartir justicia. Por eso, en una república también es necesario que el estado sostenga el monopolio de la fuerza. La independencia entre estos tres poderes es la clave del éxito de este modelo.

Dependiendo del sistema político, quienes encabezan el poder ejecutivo son: un presidente, un primer ministro o un Jefe de Gobierno. El mandatario puede elegir a los ministros y secretarios, los cuales actúan en algún ámbito específico.  

RESPONSABILIDADES DEL PODER EJECUTIVO

El ciudadano que ocupe el cargo de presidente de una república democrática que se rige por el imperio de la ley y por una constitución legítima tiene facultades limitadas por la ley.

En términos generales, estas son algunas de las responsabilidades y funciones del Poder Ejecutivo:

• Administrar los recursos económicos de la nación.
• Implementar mecanismos para el cumplimiento de las leyes.
• Recaudar Impuestos para el funcionamiento del estado y la infraestructura física
• Proveer servicios públicos básicos como Seguridad ciudadana, Seguridad Social, Educación, Infraestructura, Comunicaciones, Energía Eléctrica, entre otros.
• Es el encargado de la política monetaria, vigilar el sistema financiero y fomentar la inversión interna y extranjera en el país.
• Planear y llevar a cabo acciones para el crecimiento y desarrollo económico.
• Proteger los bienes de los ciudadanos y del estado.
• Proteger a la nación de eventuales ataques internos y externos.

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23 de noviembre de 2019