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El general que intentó detener el avance comunista de los adecos en 1958

FREDDY RIERA – EL CANDIL – AÑO V – N° 225.-

INTRODUCCIÓN

Este documento fue publicado en la página de la Cámara de Comercio de Caracas en el año 2022, escrito por Sebastian Lucerna, quien obtuvo acceso al documento original redactado por el General José María Castro León conocido como “Ultimatum” en el cual exponía las razones para justificar la intervención de la nueva Junta de Gobierno creada a raíz de la huida del General Marcos Pérez Jimenez el 23 de enero de 1958.

La importancia de este hecho histórico radica en el punto de haber sido una acción militar que intento detener el avance de los comunistas en Venezuela apenas creada una Junta de Gobierno en enero de 1958.

Se destaca la visión del general Castro León, quien se anticipó con acierto al considerar como una amenaza lo que se estaba conformando en Venezuela. Los hechos, después de 60 años de socialismo justifican su acción.


“Desde el 20 de julio de 1958, Caracas se encontraba sometida a una aguda tensión nerviosa.Fuertes vientos de fronda soplaban en la urbe.  

Los rumores de golpe, que no habían cesado desde el mismo 23 de enero de ese año, corrían acentuados y al pasar de una boca a otra y de una calle a otra, aumentaban de bulto y se hacían más alarmantes.  

El doctor Julio de Armas, ministro de Educación, hablando en la Universidad Central de Venezuela (UCV), le había dado carácter oficial a la “bola”.   Él denunció clara y concretamente que en esferas militares se estaba gestando una acción de fuerza destinada a derrocar a la Junta de Gobierno e indicó que numerosos civiles estaban comprometidos.  

La Junta Patriótica, con Fabricio Ojeda, Antonio Requena, Guillermo García Ponce, Enrique Aristiguieta Gramcko y otros a la cabeza, permanecía en estado de alerta.  

Las organizaciones sindicales, acaudilladas por sus lideres, estaban listas para entrar en acción.  

El estudiantado universitario, compacto, masivamente, llamaba al pueblo a permanecer en pie, preparado para salir a la calle y responder con la violencia a la violencia.    

Días atrás, el 21 de julio de 1958 la tensión llegó al máximo. Ya se daba por descontado que el golpe estaba en marcha y se señalaba al Ministerio de la Defensa y al general Jesús María Castro León como sede y promotor de la conspiración, respectivamente.  

El contralmirante Wolfgang Larrazábal no afirmaba ni negaba. Se decía que el contralmirante Carlos Larrazábal, hermano Wolfgang, presidente de la Junta, se había hecho a la mar con el grueso de la Flota, listo para bombardear a La Guaira y hasta el Palacio de Miraflores, si preciso fuere.

El 22 comenzó el movimiento.   ¡Cómo cambian los tiempos…! 23 de julio de 1958, el ministro de la Defensa, general Jesús María Castro León, encabezó una insurrección que pretendió derrocar al presidente de la Junta de Gobierno, contralmirante Wolfgang Larrazábal.  

Los sindicatos se movilizaron en Caracas. El 22 comenzó el movimiento. Betancourt se escondió. Los dirigentes de la Junta Patriótica se dirigieron al pueblo desde Televisa, pero fueron interrumpidos por un piquete militar, que los condujo detenidos al cuartel La Planicie.  

Los sindicatos se movilizaron en Caracas y en el Litoral. Las organizaciones campesinas se dirigieron a las ciudades del interior armadas de machetes y escopetas.

Y así llegó el 23 de julio, cuando la emisora del Miniterio de la Defensa comenzó a transmitir en franca y abierta rebeldía.  

Antecedentes del movimiento de julio  

El general Jesús María Castro León y otros jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas se encontraban descontentos, desde el mismo 23 de enero, por los ataques de que eran blanco en la prensa, en la radio y en los mitines, destacados personeros de la institución castrense.

El miércoles Santo, en un programa televisado de la Fuerzas Armadas, el general Castro León, al analizar la situación del país, dirigió un ataque feroz contra ciertos dirigentes politicos y censuró duramente la participación de ellos en el gobierno, mientras se dedicaban a desprestigiar la Institución Armada.  

El 18 de mayo se produjo una crisis en la Junta con las renuncias de Eugenio Mendoza y el doctor Blas Lamberti.   Un allegado e íntimo del general Castro León, que lo acompañó en todo momento desde el 23 de enero, hasta el 23 de julio, nos dio una versión, hasta ahora desconocida, de lo que aconteció ese día.  

Hela aquí:  

-Al renunciar los señores Mendoza y Lamberti, los restantes miembros de Junta decidieron reemplazarlos por los doctores José Antonio Mayobre y René De Sola. El general Castro León fue llamado a Miraflores, donde se le notificó del hecho.  

El ministro de la Defensa se opuso enérgicamente, aduciendo que resultaba inconcebible llevar a la Junta a un filocomunista como el doctor Mayobre y al cuñado de otro filocomunista, el Bepo Lander. Y, agregó, tal decisión no se ajustaba a las normas establecidas, pues la disolución y la integración de la Junta eran potestativas de los comandantes de las distintas Armas, que eran los que la habían elegido el 23 de enero.   –

Esta oposición del general Castro León cayó muy mal en el ánimo de los demás miembros de la Junta.

El contralmirante Carlos Larrazábal, llamado al Palacio Blanco, fue notificado de la actitud del general Castro León, a quien le reclamó, acusándolo de insubordinación frente al gobierno y amenazó con hacerse a la mar con la Flota, listo para hacer respetar a la Junta de Gobierno.  

Ante esa posición del contralmirante Carlos Larrazábal, el general Castro León llamó por teléfono al coronel José Manuel Pérez Morales, Jefe del Estado Mayor Conjunto, y lo instruyó para que notificara a todas las guarniciones, tanto del Distrito Federal como del Interior, que no acataran otras órdenes que no fueran las del ministro de la Defensa y que se mantuvieran en estado de alerta.  

Seguidamente, llamó a la base aérea, en Maracay, y ordenó que tuvieran listos los bombarderos para atacar en cualquier momento las bases navales y la Armada.

Esta actitud de general Castro León hizo que el contralmirante Wolfgang Larrazábal le preguntara qué significab eso, que si iba a precipitar una guerra civi.  

El general Castro León respondió que no, que simplemente se preparaba para hacerle frente al Comandante de las Fuerzas Navales, que se había declarado en rebeldía al anunciar que se iba a la mar con la Flota, sin haber recibido órdenes suyas.  

El general Castro León aseguró que él no quería una dictadura militar, sino un gobierno civil. Y para demostrar que no tenía ambiciones de mando, propuso que la integraran Numa Quevedo y Eugenio Mendoza como presidente.

La cosa no pasó de allí. Hubo conversaciones y habiendo asomado el general Castro León otra opción, al doctor Edgard Sanabria como candidato a miembro de la Junta de Gobierno, fue aceptado.    

El 23 de julio  

El descontento de parte de los jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas se había tornado más intenso. El general Castro León fue conminado por ellos a adoptar una actitud decidida y enérgica en defensa de la institución, amenazando, según ellos, de disolución de la Junta de Gobierno.   Y en una reunión celebrada en el mismo Ministerio de la Defensa elaboraron un ultimátum que el general ministro debía de presentar a la Junta de Gobierno y que fue llevado por éste al Palacio Blanco.  

EL ULTIMATUM  

NOTA DEL AUTOR: Hemos obtenido una copia de ese interesante documento, sacada del original, que reposa en el archivo particular del general Castro León, por un allegado suyo.   Por primera vez va a ser publicado este documento.  

Hélo aquí:  

“Acuerdo que, por intermedio del ciudadano ministro de la Defensa, presentan las Fuerzas Armadas a la Honorable Junta de Gobierno de la Repúblic de Venezuela”.  

Considerando:

“Que la Institución Armada, al igual que todos los sectores sociales responsables del país, vio con alarma los vergonzosos acontecimientos que se produjeron con ocasión de la visita del Vice-Presidente Nixon a Venezuela; “que ante la opinión internacional, como en la Nacional, se han interpretado dichos sucesos como carencia absoluta en el Gobierno de autoridad suficiente para garantizar el orden público, llevándose tal interpretación hasta concepto de una lenidad cómplice, con los grupos filo-comunistas: “que la falta de sanciones a los responsables le ha dado mayor crédito a esas interpretaciones; “y que esta falta de autoridad ha podido traer al país graves trastornos de orden internacional;

Considerando:

Que la renuncia realizada de Miembros calificados de la Junta de Gobierno ha evidenciado que en su estructura y funcionamiento hay vicios radicales que, al dar margen a crisis gubernamentales, trascienden a la colectividad con resultados negativos y lamentables alcances nacionales nternacionales;  

Considerando:

Que la conducta de la Junta y sus erradas decisiones en el caso del coronel Marchelli Padrón, en función de Gobernador del Distrito Federal, ha dado al traste con la autoridad inherente al Poder Ejecutivo, consternando a la colectividad venezolana, el hecho de que la presión de un grupo de obreros pertenecientes a dependencias oficiales enervase de manera vergonzosa las atribuciones legales del jefe del Poder Ejecutivo;  

Considerando:

Que el principio de autoridad al relajarse en las Altas esferas gubernamentales ha contaminado de irresponsabilidad a los funcionarios subalternos y en especial a los órganos de la eminente función policial, consecuenciando un estado de inseguridad social en los bienes y en las personas conduciéndose así un estado de angustia y de alarma en el hogar, en la fábrica, en el taller y en la calle;  

Considerando:

“Que sin tomarse en cuenta las bases económicas de la industria y el comercio se ha provocado en el país un movimiento sindical que a fuerza de huelgas, protestas, ocupaciones y hasta confiscaciones, tiene aterrados a los organismos económicos, y a la vez que, al anular por medio de las dependencias municipales del Distrito Federal y el Estado Miranda la industria de la construcción y sus anexos, ha dejado sin trabajo a más de 30.000 obreros, se ha producido una deflación económica, que, debido al encadenamiento mercantil, ha repercutido de manera funesta en todos los organismos bancarios y financieros de la República;  

Considerando:

“Que es público y notorio que los Partidos “Acción Democrática” y “Comunista” influencian de manera determinante la mayoría de las decisiones gubernamentales, obteniendo así posiciones claves, tanto superiores como subalternas, produciéndose un ventajismo a favor suyo y en mengua de los otros Partidos Políticos, lo cual ha dado lugar a una ruptura del equilibrio social. pernicioso a los fines del próximo proceso electoral. Esta es una injusticia con las otras agrupaciones políticas, que representan grandes y poderosos sectores sociales, los situará en condiciones de inferioridad que hacen prever que en la lucha electoral que se avecina los resultados no serán el verdadero trasunto de la voluntad nacional;

Considerando:

“Que la prensa, radio y televisión están controlados casi en su totalidad por “Acción Democrática” y los “Comunistas”, quienes en forma pasquinesca desorientan a la opinión pública con resultados nefastos para la colectividad, a tal punto que, por su forma exclusivista de operar, han logrado estrangular la libertad de pensamiento, en su concepto legal, ocurriendo al chantaje en todas sus formas coercitivas y destacándose que todo aquello que pueda perjudicar a dichos partidos o a sus miembros se le ampare con un cómplice silencio, sea cual fuere el aspecto delictuoso que represente;  

Considerando:

“Que preocupa y alarma a las Fuerzas Armadas Nacionales el concepto de la autorizada opinión internacional en lo que respecta al Gobierno Venezolano, al cual, de manera frecuente, razonada y no sin fundamentos, lo considera filo-comunista. Tal concepto nubla el porvenir de la República debido a sus compromisos internacionales y con graves consecuencias que ahora resulta imposible de predecir,  

Considerando:

“Que las Fuerzas Armadas son cotidianamente injuriadas, tanto como institución como en la persona y familiares de sus miembros, en particular incitándose por la prensa, radio y televisión a desconocer su autoridad, todo ello con una tácita e inexplicable anuencia de los mismos personeros del Gobierno: “que de manera irritante y descarada la prensa ha llegado hasta amenazar con daños y represalias a las esposas y familiares de los Oficiales de la Institución Armada; “que tales amenazas, en algunos casos, han llegado hasta concretarse en hechos, que en sus hogares y en la calle, la situación de los individuos de tropa, Sub-Oficiales y Oficiales Subalternos y Superiores de las Fuerzas Armadas es de una inseguridad personal manifiesta; que la complaciente actitud del Gobierno ante esta degradante situación, va sumada a declaraciones públicas insidiosas de algunos de sus más autorizados personeros; “que es del conocimiento de las Fuerzas Armadas, así como de los miembros de la Junta de Gobierno, que el Partido Acción Democrática, a través de sus seccionales del Zulia, Aragua y Distrito Federal, ha pedido que se desplace a Oficiales porque les resultan a ellos inconvenientes, “en fin, que, porque no solo se ha vulnerado la dignidad de las personas y la institución, sino también las leyes que las rigen, las Fuerzas Armadas Nacionales, como generadoras que son de la autoridad de la Junta de Gobierno, conforme a su Acta Constitutiva de fecha 23 de enero del corriente año, de manera inaplazable, firme y categórica, acuerdan exigir se dé cumplimiento a las siguientes demandas:  

Demandas  

“PRIMERO. -Retiro inmediato de los Partidos Acción Democrática y Comunista de todos los cuadros gubernamentales, comenzando este reajuste en e Gabinete Ejecutivo, Gobernadores de Estado y personal de la Secretaría de la Junta de Gobierno  

“SEGUNDO. Expedición de un Decreto Ejecutivo ordenando a la prensa, la radio y la televisión de toda la República, la exclusión de todo artículo noticia, comentario, que en su forma o fondo puede ser interpretado como lesivo a la Institución Armada en general o a sus Miembros en particular,  

“TERCERA. -Hasta tanto dure la remoción a que se contrae la demanda PRIMERA, dictar un Decreto que prohíba reuniones sindicales, partidistas o d cualquier otra índole política, ya sea en lugares públicos o privados  

“CUARTA. Aplicación inmediata y sin distingo de medidas de Alta Policía para aquellos líderes o incitadores que provoquen o dirijan actos tendientes al desacato de los decretos a que se hace referencia.   Caracas, 21 de julio de 1958”  

La actitud de la Junta de Gobierno  

La Junta de Gobierno rechazó de plano este pedimento, por considerarlo como un ultimátum apoyado en la fuerza de las armas y contrario al régimen democrático existente.   Llegó la noche del 23. Todo el mundo consideraba al ministro de la Defensa en estado insurrección. Hacia él convergían oficiales y civiles.

En una quinta del Este de la ciudad, un grupo ciudadanos se reunía para constituir el nuevo gobierno. Mientras tanto el pueblo se arremolina alrededor del Palacio Blanco. (Se supone que son los partidarios de AD y el partido comunista).

Los doctores Jóvito Villalba y Rafael Caldera y Eugenio Mendoza visitaron La Planicie en calidad de mediadores. A su llegada, el general Castro León trataba de que las radios y televisoras entraran en cadena para dirigirse al país, pero no hubo manera de obtener esto.  

Los mediadores se entrevistaron con él y discutieron sus aspiraciones.   El general Castro León les dijo que él no quería dictadura militar, sino un gobierno civil. Y para demostrar que no tenía ambiciones de mando, propuso que el presidente lo fuera don Eugenio Mendoza.

Castro León demandaba el retiro inmediato de los partidos Acción Democrática y Comunista de todos los cuadros gubernamentales. Tres viajes hicieron los mediadores de Miraflores al Ministerio. La situación era peligrosa. Las Fuerzas Armadas estaban divididas: unas apoyaban al contralmirante Larrazábal y otras al general Castro León.

Cualquier orden apresurada o mal interpretada podía prender la mecha y dejar multitud de muertos en las calles y en todo el territorio nacional. Y ya en horas de la madrugada, el general Castro León se dirigió al Palacio Blanco.

La discusión se prolongó durante cinco horas. Finalmente, tras larga discusión con el Contralmirante Wolfgang Larrazábal, el general Castro León decide renunciar. A las 4,35 de la mañana Larrazábal se dirige al país por radio y televisión y anuncia: “El general Jesús María Castro León, dando una prueba más de su patriotismo y sentido de responsabilidad, ha presentado formal renuncia al cargo de ministro de la Defensa”.

Y a renglón seguido, agregó: “Desde el propio instante en que civiles y militares enriquecieron los anales de la historia en ejemplar unidad de acción y sentimientos, es mi firme decisión conducir el país a unas ecciones auténticamente libres, democráticas e imparciales”.  

Poco tiempo después salió el general Castro León para el exterior.

En abril de 1960 encabeza una insurrección en San Cristóbal y es detenido. Preso en el Castillo Libertador, primero, y en el Cuartel San Carlos, después, fallece en éste el 12 de julio de 1965, cuando esperaba que la Corte Marcial decidieran el proceso que se le siguió por rebelión.  

En el correr del tiempo, el espíritu de unidad de que habló el vicealmirante Wolfgang Larrazabal había sido hecho trizas por la secta intransigente de los adecos.  

El pueblo no manifiesta hoy en favor del gobierno, sino para repudiarlo. Los estudiantes universitarios mantienen en alto las banderas de la oposición más implacable.   Muchos de los que salieron a la calle, listos para presentarle el pecho a las balas en julio de 1958 a los filo-comunistas adecos, hoy están en cárceles o en el exilio, otros como Fabricio Ojeda, el profesor Lovera y muchos más, murieron, en tanto que algunos se fueron a las montaña en la misma actitud insurrecta del general Castro León.  

¡Sic transit gloria mundi…! (Así pasa la gloria del mundo)  

FUENTES CONSULTADAS Elite. Caracas, 23 de julio



Freddy Riera



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2 comentarios en «El general que intentó detener el avance comunista de los adecos en 1958»

  1. Siempre se dijo que el mismito Romulo Betancourt era un fanatico democrata por fuera, pero comunista por dentro .Con razon Venezuela nunca tuvo una verdadera democracia a partir de la salida de Perez Jimenez !!! Pues arrancamos mal !!! Y de alli se entiende la
    existencia de profesores comunistas formados en en Rusia dentro de nuestras universidades !!!

    1. Arrancamos mal. Es así como tú dices. El sistema creado por Rómulo y su equipo fue un calco del modelo comunista. Las instituciones que conformaron la estructura del sistema tuvieron inspiración comunista. Por eso Venezuela llegó al llegadero socialista.

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