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Ángeles o demonios 

ÁLVARO RAMÍREZ – EL CANDIL – AÑO V – N° 220.-


Esta semana ha sido interesante para ver en acción algunos encuentros, decisiones y hechos que, al no ser excepciones, muestran perfectamente el marco bajo el que se mueve buena parte del acontecer diario de nuestras sociedades.

Un debate en la tv mostraba las posiciones encontradas de dos entrevistados manifestada, en forma respetuosa guiada por un moderador, sobre un tema sensible: el aborto. Fue interesante oír los argumentos, que ya no son novedosos, pero más interesante fue el poder extraer algunas conclusiones extrapolables a otros temas. Después del análisis y anécdotas estadístico y discusiones de casos “bandera”, se podía decantar que para cada uno de los participantes, su contendor y todos aquellos que pensaban como él eran unos demonios. Mientras que quienes tenían su misma opinión conformaban un ejército de ángeles. Si no eres partidario del aborto es porque no te importa para nada los niños que nacen discapacitados. Por lo tanto, eres un demonio. Si eres partidario del aborto es porque no te importa en lo más mínimo asesinar a alguien, terminar con una vida. Por tanto, tú eres el demonio. Yo me preocupo por la salud psicológica y física de las madres obligadas a traer niños al mundo, por tanto, yo soy un ángel brindándoles la posibilidad legal del aborto. Yo no quiero permitir que las abnegadas madres se vean incitadas por la facilidad legal, a cometer asesinato y caigan en el pecado, por tanto, yo soy el ángel.

La base de la discusión, no ventilada, era el principio latente de fondo de que TODAS las mujeres son iguales y por tanto tienen los mismos derechos y obligaciones y lo que es más importante, las mismas capacidades para afrontar sus decisiones y responsabilidades y las rodean las mismas circunstancias.

Otro caso que últimamente se oye es el relacionado con la salud y la necesidad de hacer una revolución en la misma. Hay demonios que no quieren que la salud llegue a todos. Y hay demonios que quieren que se le quite a quienes tienen un nivel adecuado de cobertura de salud porque no es justo que estén mejor que otros. Hay ángeles que desean un pueblo que este cubierto en todas sus necesidades de salud en forma sostenible. Y hay ángeles que desean administrar sabiamente los recursos para que no sea fuente de ingresos para algunos a costa de otros.

Hay demonios de la prensa y empresarios esclavizadores que no permiten que se aprueben leyes para que los pobres buenos tengan una adecuada salud, adecuada educación e ingresos para vivir adecuadamente. Hay ángeles que tienen claras las soluciones porque “quieren” lo mejor para el pueblo.

Los niños desnutridos de la Guajira. Ángeles los que no tienen agua y aquellos que quieren suministrársela y demonios los que no les dan agua.

Ángeles las comunidades que ejercen su derecho legal a permitir o no, instalación de empresas y demonios aquellos que solo quieren venir a explotar a los locales y sus recursos. Ángeles las comunidades que quieren mantener sus prácticas ancestrales de medicina y producción de bienes y la relación hombre mujer y sus roles, y demonios aquellos que quieren introducir la medicina científica y los medios de producción modernos.

Esta semana también estuve oyendo una manifestación, de los agricultores respecto a la cosecha de arroz en el país. Va a ser superior a lo esperado, hay excedentes, (cualquiera diría que eso es muy bueno para el país y sus exportaciones e ingresos, pero no es competitivo su precio) y no tienen como almacenarlo y están pidiendo un subsidio para pagar el almacenamiento y como prueba de su buena disposición y no deseo de ganar más, solicitan que se lo den a los industriales vendedores para pagar el almacenamiento y no les reduzcan el precio por haber excedentes o dejen de comprárselo. En este caso es interesante la aproximación a la búsqueda de una solución ya que se han sentado representantes del estado (administradores de los impuestos incluidos los asociados a las exportaciones, no solo a la producción y quienes deben velar por la importante relación entre inversión y gasto del presupuesto nacional) y representantes de la empresa privada que comercializa y vende, para analizar la situación, probablemente asociada a la mala coordinación y planificación conjunta previa. (Es de aclarar que toda la producción excedente de productos alimenticios podría ser una oportunidad si se es competitivo. Lo cual depende de múltiples factores, no solo la siembra o la disponibilidad de mano de obra que quiera y esté preparada, sino también de las adecuadas inversiones en infraestructura y hasta el manejo de los subsidios para abrir mercados)

A propósito de este tema de la capacidad de producción de alimentos esta semana estuve leyendo un sesudo artículo sobre el manejo de un fenómeno que ya se nos está haciendo “conocido” El Niño y la Niña. (26 06 2023 https://www.revistaecoguia.com)

Es interesante ver allí demostrado científicamente a propósito de los fenómenos naturales que nos alcanzan, un principio básico que poco se tiene en cuenta en los planes y deseos de lograr una comunidad próspera, sostenible. No somos iguales y no podemos esperar el mismo tratamiento a problemáticas regionales diferentes. Es vital que internalicemos esto y que acudamos al apoyo técnico-científico a la hora de legislar o hacer promesas de soluciones mágicas generales partiendo del solo deseo y la clasificación de ANGELES Y DEMONIOS.

Es recibir con el debido discernimiento (A veces manifestado en memes y caricaturas de contrapeso) el discurso calenturiento frente a las masas de un mitin o la televisión, con promesas que se saben incumplibles de entrada y que envilecen al pueblo al acostumbrarlo a aceptar que esa es la política. Ser capaz de concretarles como respuesta  que no  solo se trata que los buenos  deseos de los “ángeles” se impongan a los malos deseos de los “demonios” para tener un tren elevado que atraviese el país de extremo a extremo o un eje fluvial que lo cruce en el otro sentido, o un gasoducto que vaya de la costa del Atlántico hasta el país más al sur de América, o la construcción del mayor aeropuerto internacional de América en la zona, simplemente por su ubicación privilegiada, no siquiera por el esfuerzo o la disciplina de ahorrar para la inversión. (Contrario a los orientales que no teniendo la facilidad de la naturaleza tuvieron la disciplina de construir una isla para ubicar allí un aeropuerto internacional, centro de operaciones para Asia)

Es necesario internalizar que la identificación real de oportunidades esta en el intercambio de conocimiento y esfuerzos con disciplina y entendiendo que el resultado no llega del cielo y que se necesita algo mas que el deseo para obtener resultados.

La suma de esfuerzos es lo único que nos hará crecer como sociedad. En un mundo donde no estamos solos, donde es necesario además de ser competitivo, ser colaborativo para enfrentar fenómenos y problemáticas mundiales si se desea sobrevivir, no se puede demonizar el deseo de crecer de una comunidad.  La suma de eficiencia tanto en la producción de bienes y servicios, como en los procesos de integración de esfuerzos es lo único que nos hace viables. Ninguna sociedad aislada puede hoy sobrevivir, y dentro de una sociedad no es posible vivir sin la utilización del aporte de todos sus miembros. No es posible sobrevivir sin el aporte del conocimiento técnico científico, sin el aporte de esfuerzo, y sin una sana administración para la aplicación eficiente de ese esfuerzo, en forma de normas, leyes y acciones que se enmarquen en el respeto del otro como principio básico.

Esa suma de esfuerzos requiere entender que, aunque todos consideremos que somos “ángeles” frente a quienes piensan distinto no podemos sobrevivir sin los “demonios” así solo sean supuestos y para solamente aprender a vislumbrar oportunidades. Hasta la iglesia necesita de demonios para sobrevivir convirtiéndolos, no execrándolos como era en épocas pasadas.

El reto de la suma de esfuerzos de “ángeles” y “demonios” aunque debe ser un principio individual requiere ser adoptado por las sociedades como un todo. También requiere entender que parte de ese esfuerzo se debe asociar a la inversión que garantice futuro. Que no es posible tener “the Penny and the Cake”, el juguete y el dinero y el conocimiento sin estudiar.

¿A quién se puede pedir que coordine esos esfuerzos? ¿Será fructífero solicitarlo a los “lideres” que toman como su discurso la demonización del oponente?  ¿Seguimos aceptando apelar a los sentimientos basados en la clasificación de la gente entre ángeles y demonios según piensen diferente o igual?



Álvaro Ramírez

Ingeniero Industrial con entrenamiento en USA, England, Holland, UCLA, Penn State y Michigan.  Gerente de logística de bienes y servicios operaciones y proyectos en Shell de Venezuela, Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), Petroquímica de Venezuela, S.A. (PEQUIVEN), BARIVEN, y Canadian Oíl Company de Colombia. SEO PROCURAMOS, proyectos, consultoría y asesoramiento internacional



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1 comentario en «Ángeles o demonios »

  1. Excelente columna, ángeles o demonios!! Me hace pensar en lo fácil que podemos adaptarnos a nuestro beneficio! Depende de lo que necesitemos seremos ángeles o demonios!!. Aunque nuestros políticos y dirigentes son demonios en sus actos y ángeles con sus promesas.

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