EL ARTE DE COMBINAR EL SI CON EL NO – RICARDO BULMEZ – EL CANDIL – AÑO III – N° 116.

Prólogo: Albani Cordero

Regala hoy una sonrisa al prójimo… es un presente que se traduce en “me importas”, “te quiero”, “aquí estoy para ti”. ¡Ama a tu prójimo!… Dios es tu aliado, te ama, te acompaña y te bendice… siempre.

(Marcos 12, 28-34).

“En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó:

– “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?”

– Jesús le respondió: “El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos”. 

– El escriba replicó: “Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, y amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios”.

– Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: “No estás lejos del Reino de Dios”. Y ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas”.

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión.

Muchos desean saber qué es lo más importante en su religión. Algunos dicen que es ser bautizado, otros rezar, participar del culto el domingo… Jesús nos recuerda, como al escriba, ¡que si tú amas “No estás lejos del Reino de Dios!”.

En esta enseñanza de Jesús me inspiré para mi tercer libro: “Ir al Cielo sin Dejar la Tierra”. Pues si Dios es Padre, nosotros todos somos hermanos y tenemos que demostrarlo en la práctica, viviendo en comunidad familiar, vecinal, nacional y mundial. En conclusión, el mayor y el primer mandamiento fue y será siempre: “Amar a Dios con todo el corazón, con toda la inteligencia, y con todas las fuerzas” (Mc. 12, 30). Y el segundo mandamiento, el amor al prójimo, es semejante al primero el amor a Dios (Mt. 22,39; Mc. 12,31).

“Si alguien dijese: ¡Amo a Dios!, pero odia a su hermano, es un mentiroso” (1Jn. 4,20).  Mientras Dios, amando intensamente al mundo, se hizo hombre; muchos hombres, despreciando al mundo, pretenden hacerse “dioses”.

El Padre Celestial ama más al hombre, siendo Todopoderoso y Divino, que los mismos humanos que somos iguales. Y lo que es peor, muchos cristianos pretenden amar a Dios, sin amar a sus hermanos. Y esto es imposible. Porque Él se hizo humano.

Si quieres imitar a Cristo, hazte terrenal. Y ama a los humanos. Dios se hizo hombre, ¡¿y tú quieres ser un ángel?! El único puente para llegar al Creador es el prójimo. “Ámense los unos a los otros”. Me encontré con una devota que se la pasaba todo el día alabando a “dios” en el templo. Mientras tanto, el marido se la pasaba “alabando a otra” en la calle. ¡Ju!…

Esto se lo planteó San Juan, cuando nos dijo que el Amor Divino se encuentra presente entre nosotros, “y hemos creído en su amor. Dios es amor” (1 Jn. 4, 16). Es decir, hemos creído en el amor de Dios, que está en todas partes, pero no sin el prójimo. Juan va más allá, cuando nos dice que es imposible amarlo, si no amamos al hermano: “El que dice: “Yo amo a Dios”, y odia a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, si no ama a su hermano, a quien ve?” (1 Jn. 4, 20). Por lo tanto, el encuentro con los hermanos es un encuentro con el Padre.

Ellos son su Palabra Viva, no escrita. Y de la palabra viva se aprende vida. Parafraseando al evangelista San Juan: ¿Cómo decir que uno ve a Dios en la Biblia, si no lo ve en el hermano? ¿Cómo aprender de los santos que uno nunca ha visto, si no es capaz de aprender de las personas que uno logró ver, y está viendo?

En el evangelio de hoy aprendí… Cada vez siento más la oración del “Grupo Crece”: “Enséñame, Señor, a ver en todos los hombres tu rostro viviente y a descubrir en cada acontecimiento tu presencia”. Ama y perdona a tu prójimo y siempre estarás en la presencia de Dios. Ama, ama, ama… Y cuando te canses de amar continúa amando, bogando con los remos del perdón. Amar a tu país es no permitir que caiga en manos de unos perturbados y obsesionados por el poder y el dinero… ¡Sigamos luchando!

Pensamiento del día… Amar a Dios y al prójimo… “Toda la ley y los profetas dependen de estos dos mandamientos” (Mt. 22,40). ¿De qué sirve un instrumento musical si de él no emana ninguna melodía? No existe teología sin antropología… ni río sin cauce.

Tarea para la casa… Haz una lista de todas tus relaciones humanas rotas. Y a partir de esto enumera las que puedes recuperar y comienza a hacerlo… llámalas, escríbeles, envíales un mensaje de voz… y reza por ellas.

Los Teques – Estado Miranda – Venezuela